En las playas se pueden realizar actividades recreativas como pesca deportiva, kitesurf, bañarse en sus aguas verde esmeralda, montar en barco o moto acuática o simplemente tumbarse en una tumbona y disfrutar del sol y el sonido de las olas.

Disfrute de platos típicos como la cochinita pibil, los panuchos, los salbutes, los frijoles con puerco, el relleno negro, el escabeche oriental y, si tiene suerte, podrá probar San Simón, una comida poco conocida incluso entre los lugareños. En las playas del estado se puede comer un delicioso pescado frito, filetes al ajillo y un pescado, filetes al ajillo y una gran cantidad de mariscos preparados en el momento y sacados del mar el mismo día. Los platillos con mariscos son frescos y deliciosos.

En todo el estado, la gente es cálida, amable y respetuosa. Si quieres disfrutar de paz y tranquilidad, puedes reservar una habitación en la laguna de las antiguas haciendas henequeneras del estado, que se han convertido en hoteles de lujo y confort y aún conservan la arquitectura de antaño.

Para los amantes de la naturaleza y la arqueología, puedes disfrutar de un refrescante baño en alguno de los 3,021 cenotes del Estado, cuya formación se debió al impacto del meteorito que mató a los Dinosaurios, o también, recorrer senderos dentro de la selva en caminatas recreativas, bicicletas o cuatrimotos.

Como parte de la tierra en la que vivió la gran cultura maya, podrás admirar vestigios de pirámides y centros ceremoniales como Uxmal, Chichén Itzá, Ek-Balam, Mayapán, Dzibilchatún, entre otros, donde podrás apreciar el talento astronómico, arquitectónico y de ingeniería de nuestros antepasados. No debes regresar a tu país sin visitar una de las siete maravillas del mundo, Chichén Itzá, donde los días 21 de marzo y 21 de septiembre, el Dios Kukulkán desciende de la pirámide en un espectáculo de luces y sombras debido a la posición del sol.